martes, 5 de marzo de 2013

Míticos orígenes

EL ORIGEN DE LA RUMBA

En Barcelona, los gitanos de la Calle de la Cera, en el barrio del Portal (la parte del Raval cercana a Sant Antoni), cuentan que la rumba catalana empezó en los años 40, con un gitano flamenco, el Orelles, que tocaba la guitarra y cantaba en las juergas del barrio. Otro gitano, el Toqui, solía actuar en las bodas gitanas, e inventó una forma de tocar la guitarra que combinaba ritmo, melodía y percusión. Otros dicen que fue el Onclo Polla u Onclo Gonzálezquién dio con esta fórmula mágica, y que se la enseñó a su hijo, el Pescaílla(alias Antonio González Batista), y de allí a Peret (Pere Pubill Calaf), que acelera los ritmos, va sólo un paso. Un paso que se convierte en la primera explosión popular.Peret cuenta que cuando era joven iba a la sala de fiestas Rialto, a bailar los mambos de Pérez Prado, vestido de rockero: para él, la mezcla de música cubana y de rock es fundamental en la creación de la rumba catalana.

A la guitarra, el Marqués de Pota
Pero en la ciudad de Lleida cuentan otras historias, y allí los protagonistas son los Parranos, el Marqués de Pota... otras familias gitanas. Antes de la guerra,Federico García Lorca, enamorado del flamenco, se interesó por un palo desarrollado allí, el garrotín. El historiador Manel Ponsa ha recogido estas historias, con algunas fotos, varias rumbas antiguas, y lo que él llama una pre-rumba (nos suena más como una jota), en un CD casi antropológico.

Primeros éxitos de la rumba

1º EXITOS DE LA RUMBA CATALANA

Con la radio y la televisión, Antonio González y sobre todo Peret son los primeros que alcanzan la fama en los años sesenta con su rumba catalana.Antonio González, curtido como guitarrista del comercial cantante aflamencaoRafael Farina, se especializa en versionar boleros o canciones de Frank Sinatra, haciendo unas rumbas sensuales, casi susurradas, pero a un ritmo rápido. Peret se concentra en canciones alegres, de juerga, con letras a veces hilarantes. En los dos se nota la influencia de la mejor música cubana, de Frank Sinatra, y en Peret de Elvis Presley. Luego Antonio González se casa conLola Floresla Faraona, de Barcelona se traslada a Madrid, y pasa a un segundo plano. En muchos discos de Lola Flores se nota su toque, pero él se va eclipsando. Y lo que hace Lola Flores es show-biz, con un poquito de todo: coplas, mucho cuplé aflamencao, y piezas rápidas en compás de bulerías o sobre bases rumberas... El campo queda casi entero para Peret, que se lo come todo y se convierte en el Rey.   

En sus inicios a mediados de los sesenta, Peret tiene un éxito tras otro, basados en un esquema sencillo: guitarras, palmas, a veces piano o bongos. Versiona canciones bailables popularizadas por las orquestas cubanas y de mambos. Su composición en catalán El mig amic, dedicada a su padre, es la mejor canción de la nova cançó según Manuel Vázquez Montalbán. Hay un par de excelentes compilaciones en CD de su mejor época (Rumbas de oro, yTodas sus grabaciones para Discophon). A principios de los setenta empieza a decaer musicalmente, aunque sigue teniendo éxitos (más que antes: su Borriquito arrasa en ventas y popularidad). El CD recopilatorio de grandes éxitos de Peret de Ariola-BMG documenta esta decadencia, y permite contrastar piezas tempranas muy conseguidas con las posteriores mediocres cursilerías carentes de gracia. ¡El pobre Peret llegará a cantar letras deVizcaíno Casas, hacer películas y sufrir arreglos del televisivo maestro Adolfo Waitzman! Después incorporará teclados eléctricos, y cantará discos enteros en catalán, pero no volverá a tener la frescura y la gracia de sus primeros discos.
Más adelante, el Rey tiene una crisis, se convierte a la carismática Iglesia Evangélica de Filadelfia, muy popular entre los gitanos, y durante algunos años sólo cantará a Dios en el templo, dejará las juergas y la bebida, y se reorientará a la vida familiar.



Durante los sesenta aparecen en Barcelona otros músicos que merecen cierta atención. Ramonet (alias Ramón Reyes), con un estilo que acentúa el ritmo, con canciones de nuevo frescas y festivas (el partidobacalao salao...), y el Chacho, que destaca por ser pianista además de cantar, al que acompañan guitarristas como Juan Pubill oAndrés Batista. También el Changola Marelula Teresiya... Las compañías Discophon y Belter tienen un papel importante. Un pianista de Vic, Josep Papá Cunill, hace de arreglista para Discophon (luego lo recuperará el Gato. Aunque en esta linea surgen propuestas innovadoras, como los Amaya (Delfín y Pepe) y su combo gitano, que introducen la guitarra eléctrica y refuerzan las polirritmias, pronto predomina otra forma de hacer la rumba, con acompañamientos machacones, el mismo arreglo de viento repetido una y mil veces, que a lo largo de los años setenta empapa los discos del CheleEl Noi, y hasta El Payo Juan Manuel (además de infectar los de Peret y otros músicos de esta época). A la decadencia musical le sigue la comercial: el público abandona un género repetitivo y sin ideas. Muchos de los músicos vuelven a sus negocios de siempre, y guardan las guitarras para sus fiestas.

RUMBA CATALANA



La rumba catalana es un género musical que desarrolla la comunidad gitana catalana en la ciudad de Barcelona desde mediados de los años 50, tomando ritmos que derivan de la rumba flamenca con influencias de música cubana y rock & roll.
Nació en las comunidades de gitanos catalanes del barrio de Gracia, calle de la Cera del Raval y Hostafrancs. La comunidad gitana de estos barrios tiene un asentamiento histórico y es catalanoparlante en su integridad, como las que se asientan en Vich, Tárrega, Lérida y la Camargafrancesa, usando la lengua catalana en sus relaciones, además del castellano y el caló, también en sus manifestaciones musicales.
El género se fundamenta en una fusión de cantes catalano-andaluces de aire liviano con las claves básicas de la música afrocubana. Sus señas antropométricas, ritmo de 4/4, patrones del son y la guaracha. Instrumentalmente acompaña voces y palmas con guitarra española, bongós, güiro, a los que más tarde se incorporan timbales, congas, pequeñas percusiones, piano, vientos, bajo eléctrico y teclados electrónicos.
Los tres artistas que dan relieve y marcan el género desde sus inicios en Barcelona son: Antonio González "El Pescaílla", Peret, y Josep Maria Valentí "El Chacho", seguidos posteriormente con gran popularidad por el dúo Los Amaya y el trío de Rumba Tres. En los años 70, Gato Pérezredescubre la rumba catalana, abriendo una nueva época en el género y pasando a formar parte de su historia con sus creaciones musicales, en las que acerca el género a la salsa y el jazz.
Ya en los años 80 y en los años 90, los Gipsy Kings y Los Manolos vuelven a dar nuevos bríos a la rumba catalana, pero sin aportar cosas realmente novedosas.
Es a finales de los 90 cuando la rumba catalana da otra vuelta de tuerca, acogiendo diversas influencias musicales. Grupos como Ai,ai,ai o Sabor de Gràcia mantienen el sabor más tradicional y aflamencado; sin embargo otras bandas (Estopa, Ojos de Brujo, o Dusminguet), comienzan a fusionar la rumba con todo tipo de estilos de influencia afroamericana como reggae, swing y ska, e incluyen ritmos latinos como la cumbia, dando lugar a lo que ahora se denomina rumba fusión. Esta metamorfosis se debe, en parte, a la huella que deja el eclecticismo del músico franco-español Manu Chao y su banda Mano Negra en la cultura musical barcelonesa y del resto de España.
En este sub-género, en muchos casos influenciado también por el Nuevo Flamenco (véase Veneno, Pata Negra, Mártires del Compás ), destacan grupos catalanes como Muchachito Bombo Infierno, La Troba Kung-fú, La Pegatina, Bongo Botrako o La Familia Rústika. También se pueden encontrar grupos madrileños de gran calidad que se mueven en la escena rumbera actual: ese es el caso de Canteca de Macao, Alpargata oAntonio el Turuta y Petra La lelina.